Hoy quiero compartir un sencillo y mágico momento de inspiración.
Esta mañana me estaba preparando para trabajar un ratito … y de repente me he quedado absorta mirando la pared.
No me lo podía creer. Las sombras perfectamente reflejadas en la pared definían a la perfección el ramo de flores. Las fotos no hacen justicia a la realidad de los colores y de los juegos de luces y sombras. No he dudado ni un momento en coger la cámara para intentar retener el instante que ha durado apenas unos minutos.
Uno de los libros que más me ha marcado en mi manera estética de ver las cosas es Wabi-Sabi: For Artists, Designers, Poets and Philosophers (Wabi Sabi, para artistas, diseñadores, poetas y filósofos, editado en España por Renart), escrito por Leonard Koren.
El wabi sabi es la característica más importante de lo que consideramos la belleza tradicional japonesa. Lo podríamos comparar con lo que han sido los ideales griegos de belleza en Occidente. Se define como la belleza de las cosas imperfectas, mudables e incompletas.
El wabi sabi es una comprensión de la belleza que reside en lo modesto, lo rústico, lo imperfecto, incluso en lo decadente. Es una sensibilidad estética que halla una melancólica belleza en la impermanencia de todas las cosas.
Os dejo las fotos de mi momento wabi-sabi.
Requiere una mirada educada que sepa apreciar la sencillez, hay que estar preparado para saber apreciarlo … y alerta para saber reconocerlo cuando uno se lo encuentra. Mis mejores momentos de inspiración nacen en momentos así … sencillos.
Si queréis más información aquí explican muchas cosas.
Espero que os resulte inspirador también a vosotr@s.
¡FELIZ SEMANA!
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